Aunque la trufa negra (Tuber melanosporum) se considera un ingrediente de lujo, podéis comprobar como en la mayoría de ocasiones es el acompañamiento o está acompañada de ingredientes muy básicos y accesibles para todas las cestas de la compra, una muestra más es este Huevo poché con champiñones, trufa negra y parmesano, y es que son alimentos con personalidad pero muy sociables, es decir, son capaces de aportar a una suma de ingredientes todo lo mejor para provocar el deleite del paladar.
Nunca olvidaremos cuando Sacha Hormaechea nos dio a probar una trufa negra envuelta en finas lonchas de panceta, ligeramente horneada, no era necesario más que un trozo de pan para que este bocado se convirtiera en un festín para el paladar. Así que imaginaos si sumamos texturas y otros generosos sabores como en esta receta de Huevo poché con champiñones, trufa negra y parmesano, para repetir, sin duda.
Para hacer los huevos poché al estilo tradicional, hay que cocerlos en una olla con agua y vinagre. En breve haremos un paso a paso (aquí la elaboración práctica sobre cómo hacer huevos poché), pero os explicamos lo sencillo que es para que podáis empezar a practicarlo si no lo habéis hecho hasta ahora. Basta con poner una olla algo profundo al fuego, con abundante agua y un chorrito de vinagre, pues éste ayuda a cuajar la clara.
Mientras el agua se caliente, limpia bien los champiñones y córtalos en láminas, a cuchillo o con una mandolina. La trufa negra fresca la puedes cortar fina con la misma mandolina o con el laminador de trufas.
Para hacer los champiñones utiliza una sartén amplia, pues estos tienen bastante volumen y conviene que estén en contacto con la base de la sartén lo máximo posible, pues se les va a dar un ligero salteado.
Continúa con los huevos poché, una vez que el agua esté a punto de ebullición (no conviene que hierva para que los huevos se cuezan bien, así que no mantengas el fuego al máximo), casca el huevo en un cuenco y de ahí pásalo al agua con un gesto rápido pero delicado, casi introduciendo el cuenco en el agua.
Deja cocer hasta que la clara esté totalmente cuajada, envolviendo la yema y retira el huevo con una espumadera. Pósalo sobre papel de cocina absorbente para desechar el agua y realiza el mismo procedimiento con el resto de los huevos.
Pon a calentar la sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra y cuando esté caliente, incorpora los champiñones y las láminas de trufa negra, sala al gusto y dale un par de vueltas con una espátula y delicadeza y retira del fuego.
Sirve el huevo poché, aderezado con un poco de sal Maldon, y acompaña con los champiñones y la trufa negra. Termina con un poco de queso parmesano rallado sobre cada plato y un hilo de aceite de oliva virgen extra. No olvides poner un buen pan en la mesa y a disfrutar, ¡buen provecho!