Los sabrosos miembros de la familia de los hongos que reciben el nombre de diamante negro, agregan un toque increíble a cualquier plato gracias precisamente a su sabor terroso distintivo y aroma envolvente.
Si quieres saber qué aporta la trufa negra a tus recetas una vez que tomas la decisión de experimentar con ella, entonces échale un vistazo a algunos de sus usos en la gastronomía para que te animes a llevar este ingrediente a tu cocina.
La trufa negra y diamante de la gastronomía es un manjar muy apreciado por su aroma envolvente y sabor intenso, capaces de transformar un plato sencillo en toda una exquisitez para los sentidos.
Una vez que compruebas su potencial en la cocina, te enamoras y buscas trufas negras dondequiera que vayas, bien sea en algún platillo que la incluya en un restaurante o en el mercadillo para preparar algún platillo.
Las trufas negras son geniales y con ellas se pueden crear miles de recetas, pues su riqueza jugosa y carnosa combina con una gran cantidad de productos.
Algunos de esos productos que hacen un boom gastronómico en el paladar al combinarse con las trufas negras son, de hecho, bastante asequibles para la mayoría, y se trata de la pasta, las papas y los huevos.
Si, por ejemplo, guardas tus huevos en un bote con una trufa negra, la porosidad de estos hará que absorban su aroma y, una vez que lo prepares, notarás un toque distintivo que, de seguro, te hará buscar más de este diamante negro.
Incluso, puedes raspar un poco de ellas encima del huevo, de la salsa o de tus papas condimentadas, e intensificar un poco más la experiencia gastronómica.
La trufa negra sabe mejor cuando se cocina, y es un sabor que muchos describen como el de la nuez; y al ser un hongo su sabor suele tener un toque terroso, amaderado, e incluso un poco a chocolate.