¿Acabas de adquirir una trufa pero no tienes claro en qué recetas utilizarla? Hoy te contamos tres recetas fáciles y ricas con las que triunfarás. ¡Apunta!
La manera más sencilla es una simple rebanada de pan con aceite trufado y con un poquito sal. Y podemos laminar trufas por encima. Sin duda alguna, un buen entrante o cena ligera. Una de las recetas con trufa más sencillas.
Directamente buenísima, un placer de la vida. Quizás un de las recetas con trufa que más éxito tiene. Podemos enriquecerla aún más, si previamente hemos trufado los huevos.
Para ello, cogeremos media docena de huevos y los colocaremos en un recipiente hermético junto a una trufa fresca, previamente lavada y envuelta en papel absorbente, pero sin tapar del todo la trufa. Lo cerraremos, lo metemos en el frigorífico y lo dejamos unas 48 horas.
La porosidad de la cáscara del huevo permitirá que su interior se impregne del aroma de la trufa. Ya los tenemos preparados para utilizar posteriormente.
Freímos los huevos y los depositamos sobre un plato que hemos calentado previamente. Laminamos la trufa sobre los huevos y esperamos unos segundos. El calor desprendido por los huevos es suficiente para que la trufa cambie su textura y volatice sus aromas que impregnarán todo el plato.
Necesitamos, queso tipo Brie, trufa de verano, harina, huevo, pan rallado y aceite. Cortamos el queso láminas gruesas, y hacemos finas láminas con la trufa, y las colocamos entre dos láminas de queso. Lo pasamos por harina, huevo batido y pan rallado. Y lo freímos en aceite muy caliente, después las ponemos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y listo.
Te animamos a que nos cuentes cómo te gustan más a ti, y si tienes por ahí algunas recetas con trufa que quieras compartir.
¡Simples y ricas!