Sliced truffles topped on a grilled steak, beef and pork, with vegetable and sauce, on a white plate, brown background
La carne es para la mayoría de las personas el plato fuerte, la reina de la mesa o del menú, la protagonista principal de una comida o cena. Su valor proteínico y sus diferentes opciones, texturas y formas de cocinar la convierten en una opción muy versátil.
Con el avance de la trufa negra y su popularización, cada vez más recetas incluyen tuber melanosporum en los asados, filetes y platos de carne.
Incluso también tenemos la opción de mezclar las ralladuras de trufa con carne picada de vacuno y cerdo para rellenar berenjenas y asarlas al horno, o mezclarla con una pizca de cebolla y hacer unas albóndigas o hamburguesas trufadas.
Otra opción es crear una salsa de trufa para darle un toque a un solomillo de ternera o a unas pechugas de pavo a la plancha. También con secreto o pluma ibérica.
Y también, para los amantes del chuletón, no hay nada como mezclar la sal maldón con diminutas ralladuras de trufa y salpicar la tierna carne de vaca vieja con este toque de bosque. Al final, las trufas son alma de bosque, y combinan perfectamente con las carnes maduradas o piezas de caza.
Para terminar, hay que hablar de las piezas rellenas, combinando el relleno de huevo y setas con limaduras de trufa, que le darán el toque diferencial.
Si quieres sorprender a unos invitados el plato de carne ya no es algo que marque la diferencia. Ponerle algo de trufa negra destilará estilo y buen gusto y maravillará a los comensales. Este sencillo toque mágico será todo un éxito. Incluso te recomendamos sacar la pieza entera de trufa en una bandeja metálica para dejar que disfruten del aroma, antes de rallarla encima del filete recién servido. Toda una experiencia para los sentidos. Apuesta segura.