Estamos ante uno de los espacios naturales más espectaculares de la Comunidad Autónoma de Aragón. El Parque Natural del Moncayo contiene una rica flora: en sus laderas, además de las encinas o carrascas y los robles, existen todo tipo de plantas. En la base de la montaña crecen coscojos, aliagas, jaras y espliegos. También mieras o sabinas negrales. En cuanto a la fauna, es hábitat de águilas, corzos, jabalíes y otros animales menores como el tejón u otras aves. Un ecosistema que hay que cuidar y preservar.

Otro atractivo turístico es la propia montaña en sí, que atrae a muchos amantes de la aventura tanto en los meses de verano como en invierno. Su ruta normal, muy sencilla en época estival y perfecta para practicar con los crampones cuando han caído las primeras nieves, es frecuentada por familias.

Si se trata de alpinistas avezados, la ruta del Cucharón es muy interesante, con una subida empinada en la parte final. La ruta más complicada es la de Los Gendarmes que, si bien no atañe una gran dificultad, podría darle un susto a más de uno en caso de un resbalón. Solo se recomienda entrar en este corredor si ya se tiene algo de experiencia con los crampones y, por supuesto, no se tiene vértigo ni miedo a las alturas. Es una montaña que incluso se puede subir por la noche en los días de luna llena; en verano es una experiencia inigualable. Se ha escuchado que algunos han conseguido cimas invernales nocturnas.

Otras actividades en el Moncayo

Además de la propia cima en sí, el Moncayo ofrece muchísimos senderos en sus bosques, que van desde Agramonte, hasta el collado Castillo y viceversa. Esto permite a los amantes del trekking o a padres con niños pequeños, disfrutar de caminatas sencillas en un marco incomparable.

Precisamente en estos bosques se concentra también otro preciado producto: las setas. La micología está muy en boga y en otoño atrae a muchos aficionados a los hongos porque son tendencia en el mundo gastronómico. Por supuesto, hay que saber cuáles coger y, ante la duda, es más conveniente dejarla donde está para evitar intoxicaciones.

Además, en cuanto a pueblos y edificios de interés cultural hay que destacar la cercanía de Tarazona, Tudela, en la comunidad de Navarra y, por supuesto, el monasterio de Veruela en Vera del Moncayo, de la orden cisterciense. Vamos a extendernos un poco más acerca de este pueblo situado a los pies de la montaña más alta del sistema ibérico, podéis leer más en “Nuestras fincas”.